martes, 15 de octubre de 2013

pesca del barbo

No sólo de trucha vive el pescador, multitud de aficionados de toda nuestra geografía ponen su ilusión y esperanza en un ciprínido excepcionalmente deportivo: el barbo.
Barbo
1. Dónde encontrarlos
Si sabemos de la presencia de barbos en un río, pero no lo conocemos bien, tendremos que buscar zonas donde varias corrientes se unan formando pequeñas cascadas y éstas se alternen con remansos. Será bajo estas cascadas donde el barbo come todo aquello que le regala la corriente.
Como lanzar allí nuestros aparejos resultará complicado (salvo pescando a tiento), lo haremos algo más abajo, no mucho, donde el agua esté más calma. Por allí se darán paseos regularmente nuestros protagonistas.
Equipo preparado para la pesca de barbos
2. A fondo
La pesca tradicional del barbo, la que han practicado tantas generaciones de pescadores, es bien sencilla. En realidad es idéntica a la de la trucha a cebo y tan apasionante como ésta.
Sin embargo, hoy quiero hablaros de una modalidad también muy practicada y francamente aconsejable por su eficacia y por lo que nos aportará en forma de calma y disfrute  junto a la orilla del río. Me refiero a la clásica pesca fondal.
3. El aparejo
Hemos de adecuar aquí los montajes a la forma de comer del barbo: rápida, fugaz, como un relámpago. Dejaremos los aparejos corredizos para peces más calmados y pescaremos con paternóster o plomo de corrido semi-fijo. De esta forma el pez prácticamente se clavará sólo al llevarse el cebo a gran velocidad. Gametas cortas, no más de 40 centímetros, tal vez 50, y anzuelos del 2 afianzarán las capturas. No penséis que exagero con la numeración del anzuelo, el barbo tiene buenas tragaderas.
Plomo para pescar barbo
4. El cebo
Primavera, caudales altos, lluvias frecuentes y lombrices arrastradas por los torrentes hacia su fatal destino: la barriga de un barbo. Por eso, en esta época, aunque podemos probar con maíz, queso y otros cebos típicos para el ciprínido, la lombriz de tierra resultará ser un cebo estrella. Además es el único que nos permitirá la ley en muchos ríos por considerarse aguas trucheras. Aunque podemos conseguirlas baratas, nada mejor que las recolectadas en la zona. Los peces notan la diferencia.
Lombriz, cebo utilizado para pescar barbos
5. El equipo
Dependiendo de nuestro escenario de pesca, el equipo ideal podrá variar en muchos aspectos, por eso sólo daré unas nociones generales:
La caña
El barbo es un pez que tiene una arrancada tremenda. La primera carrera resulta espectacular a pocos kilos que pese el animal, sin embargo, se cansa relativamente pronto y solamente los mayores ejemplares nos darán una lucha prolongada.
Precisamente por esto, nuestra caña ha de ser capaz de dominar al pez y, al tiempo, absorber los embates de tan vertiginoso rival. Una acción media nos prestará buen servicio, siempre que no sea demasiado blanda.
El peso de lance rondará los 15-40 gramos. La longitud media de estas cañas de pesca a fondo tradicional varía entre los dos metros setenta y tres metros y medio.
Una buena opción es la caña Speed xm3 de Iridium en las medidas de dos setenta y tres metros. Es perfecta para la pesca fondal tradicional en ríos y embalses.
El carrete
Nuestro carrete tiene que ser sólido, robusto y con un freno a toda prueba, a poder ser delantero y muy progresivo. Aparte de esto, una velocidad de recogida rondando las cuatro vueltas y media de pick up por una de manivela nos dará una buena relación entre capacidad de tracción y rapidez.
Os recomiendo el carrete Trinity de Okuma. Esta marca siempre ofrece más prestaciones que otras por menos precio, por eso ésta es una opción económica y fiable para la pesca tradicional del barbo. El tamaño 303 es perfecto y equilibrará un equipo fondal ligero con el que disfrutaremos mucho de los combates.
Carrete Trinity Okuma
La línea madre variará entre las veinticinco y las treinta centésimas, con que si nuestro carrete alberga 150 metros de ésta será suficiente. La línea Titanium de Asari (0,26-0,28) posee una excelente resistencia a la tracción y abrasión, además de un precio contenido. Por ello resulta muy adecuada para esta técnica.Como veis se trata de una pesca sencilla y plácida, hasta que pica el barbo, claro, entonces la emoción nos hace descargar adrenalina a raudales y regresar a casa completamente relajados. Esto último, y creo que cualquier cardiólogo estará de acuerdo conmigo, previene todo tipo de enfermedades coronarias, salvo el mal de amores, claro es

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