La trucha común es un pez huidizo, cauteloso y desconfiado, con una
fuerza y agresividad poco usual en el resto de los peces que,
habitualmente, reside en ríos de montaña, con aguas puras y bien
oxigenadas. Es una especie territorial que, en muchas ocasiones, pasa
toda su vida en un tramo muy limitado del río, realizando sus mayores
desplazamientos en época de freza.
Si alimentación es principalmente carnívora, centrándose en la captura invertebrados y pequeños vertebrados acuáticos.
Con cazaderos muy definidos, en las horas de máxima actividad, que
suelen ser el amanecer y el atardecer, las podremos encontrar delante o
detrás de cualquier obstáculo que reduzca la velocidad de la corriente,
en los rápidos que transcurren cerca de las orillas, en las caidas de
los saltos de agua, en las desembocaduras de los arroyos en el río y en
las entradas y salidas de las pozas, esperando el paso de la comida.
En las horas en las que la trucha está menos activa, suele estar en los fondos de las pozas o entre las raices de los árboles y la vegetación de las orillas.
Mucho se ha escrito y, por supuesto, se escribirá sobre este tema. Según
mi opinión, hay demasiada gente que pretende hacer ver a los demás que
la pesca de la trucha es casi una misión imposible y el "verdadero
arte", un privilegio reservado única y exclusivamente a un reducido
grupo de pescadores experimentados, llegándo incluso al desprecio de
aquellos que practican la pesca de otras especies.
Nada más lejos de la realidad. A lo largo de más de 25 años intentando
capturar truchas, he podido comprobar que para pescar cualquier especie,
son necesarios unos conocimientos mínimos tanto del entorno como del
comportamiento de los peces. Mis mayores curas de humildad las he
recibido a orillas de pantanos o en playas,intentando pescar sin éxito
especies con la técnica del casting o surfcasting mientras compañeros
experimentados no paraban de sacar carpas o doradas de buen tamaño.
Si no un experto, si me considero con los conocimientos suficientes para
asegurar que, teniendo en cuenta y aplicando los apuntes básicos que se
indican en este artículo, nos podemos iniciar en la pesca de la trucha
en cualquiera de sus modalidades con optimismo.
A continuación, trataremos de analizar las técnicas más conocidas.
LA PESCA CON CUCHARILLA
La pesca con cucharilla o "spinning" es posiblemente la técnica más utilizada en nuestro país.
Es un sistema que requiere mucha destreza en el lanzamiento, pues
debemos de "poner" la cucharilla en aquellos sitios donde creamos que se
puede encontrar una trucha. A menudo éstos se encuentran debajo de unas
ramas o entre piedras y raices, con lo que el riesgo de pérdida del
aparejo es muy superior al de otras técnicas de pesca.
La caña a utilizar será de una longitud entre 1,50 mts. y 2,50 mts. de acción ligera en la punta.
En las horas en las que la trucha está menos
activa, suele estar en los fondos de las pozas o entre las raíces de los
árboles y la vegetación de las orillas.
El carrete puede ser tambor fijo abierto o cerrado capacidad para 100
mts. de sedal de 0,18-0,22 centésimas y recuperación rápida. Los mejores
son los que incorporan rodamientos a bolas. El más habitual es el
abierto de tambor fijo, puesto que el cerrado es más proclive a los
enredos y requiere de una técnica depurada para su correcto manejo.
Las cucharillas pueden ser ondulantes o giratorias, de un tamaño entre
el 0 y el 2 y un peso máximo de 4 g. en forma oval o de oliva. Los
colores pueden ser muy variados: blanco, negro, rojo, verde, doradas y
plateadas, adornadas con pintas o bandas de diversos tonos. Algunas
incorporan un casquillo que al giro y movimiento, emiten un sonido.
También podremos utilizar peces artificiales de no más de 4 cm. y
plomados.
La utilización de estas cucharillas varía en función del color del agua,
del fondo y de la climatología, personalmente prefiero las giratorias
ovales, doradas para dias nublados y aguas un poco tomadas y plateadas
para aguas claras y días soleados, siempre con pintas rojas y de un
tamaño del 1 ó 2 (MEPPS) dependiendo de la fuerza de la corriente.
Trataremos
de realizar los lances a la orilla contraria, en un ángulo aproximado
de 45° aguas arriba de nuestra posición. La recuperación tendremos que
adecuarla a la velocidad de la corriente, procurando que la cucharilla
mantenga un movimiento uniforme y una velocidad constante durante dicha
recuperación.
Una
técnica que me ha deparado muy buenos resultados es, en el momento de
la caida al agua de la cucharilla, tensar la línea; y realizar una
recuperación lenta, lo suficiente para mantenerla paralela a la orilla,
la tensión del sedal y la velocidad de la corriente serán suficientes
para que la cucharilla realice un movimiento atractivo a cualquier
trucha que se encuentre cerca. En el momento de tener el señuelo a
nuestra altura, comenzaremos la recuperación hasta nuestra posición.
Debemos estár preparados para una picada violenta, pues la trucha ataca
con mucha fuerza, bien porque quiere defender su territorio o por
confundir la cucharilla con una presa.
No debemos olvidarnos de los lances paralelos a la orilla en la que nos
encontramos, aunque es bastante complicado porque, a la velocidad de
recuperación, debemos añadir la fuerza de la corriente en el mismo
sentido.
LA PESCA A MOSCA AHOGADA
Es la técnica española por excelencia. En pocos paises se práctica este
tipo de pesca y en España disponemos de los mejores montadores y
pescadores del mundo.
Antiguamente, la pesca con mosca ahogada se realizaba con insectos
naturales (aún ahora hay pescadores asturianos y leoneses que las siguen
utilizando) y fue evolucionando al uso de moscas artificiales. Las
referencias más antiguas sobre el uso de artificiales en nuestro país,
se remontan al año 1624, en el que Juan de Bergara escribió un tratado
sobre el montaje y utilización de la mosca artificial para la pesca de
la trucha: El Manuscrito de Astorga, con 33 mosquitos diferentes.
Dos sistemas son los utilizados para esta pesca: con buldó y con cola de rata.
De la pesca con cola de rata, sólo comentar que es prácticamente igual
que con mosca seca, con la variante de que, por lo general, los señuelos
que se utilizan suele ser ninfas, más pesadas que los mosquitos y es
habitual lanzar aguas abajo, en dirección de la corriente.
Nos centraremos en la pesca a mosca ahogada con buldó, la más extendida,
que requiere de una gran precisión en el lanzado, recuperación adecuada
y una correcta elección de los señuelos.
La cañas varían entre 2 y 3,5 mts. con una acción en punta no demasiado
blanda para efectuar lanzamientos precisos y manejar el aparejo de forma
que parezca que nuestras artificiales son insectos vivos.
En cuanto a los carretes, podemos utilizar los mismos que en la pesca con cucharilla.
El aparejo se compone de un número de mosquitos que varía entre 3 y 5,
dependiendo del curso de agua en el que vayamos a pescar, atados a una
burbuja de plástico o goma (Deberemos tener en cuenta la normativa
vigente en el tramo que vamos a visitar, puesto que puede variar
dependiendo tanto de la comunidad autónoma, de la provincia e incluso
del coto en el que se encuentre).
La línea principal de la "cuerda" será de 0,16-0,18 centésimas y las
hijuelas de un diámetro inferior. Con esto evitaremos la pérdida del
aparejo completo cuando alguna mosca se nos enganche en las ramas o
rocas. La distancia entre hijuelas será de 20 cm. y la longitud de éstas
4 cm. la más cercana al buldó (semiahogada), 6 cm. la siguiente
(ahogada), 8 cm. la tercera (semisaltona) y 10 cm. la más alejada
(saltona). El "rastro" es la mosca o ninfa que queda prendida del buldó
fuera de la línea principal, con una longitud de 20 cm. Esto es en el
caso de un aparejo de 5 moscas, si utilizamos un aparejo de 4, la
longitud de las hijuelas diferirá en 3 cm. (4, 7 y 10 cm.) y si es de 3
mosquitos, la diferencia será de 4 cm.(4 y 8 cm.).
En cuanto al buldó, el tamaño será de 3-5 cm. de diámetro y
particularmente aconsejo los de goma que, al golpeo con las piedras, no
emiten tanto ruido como los de plástico y soportan mejor los golpes.
De
los mosquitos, decir que una buena regla es comenzar la temporada con
insectos oscuros e ir aclarándolos a medida que avanza la temporada,
aunque os aconsejo echarle una ojeada al Manuscrito de Astorga y al
Manuscrito de León.
Lo más importante, independientemente de un buen lanzado, es la
recuperación. Siempre tendremos que imprimir al aparejo una velocidad
igual a la de la corriente, dando la sensación de que los mosquitos
bajan de forma natural, con la línea ligeramente tensa, no demasiado,
para que todas las moscas cumplan su función, principalmente la
"saltona" que, como su nombre indica, debe de ir saltando imitando la
puesta de un insecto.
Una técnica que se está implantando últimamente en nuestro país y que cada día tiene más aficionados es la pesca a "la polaca".
Se
trata de una forma de pescar muy parecida a la pesca con ninfa con cola
de rata, pero con unas pequeñas variantes. Se utilizan cañas un poco
más largas, de 10 a 11 pies con una acción media en punta. con aparejos
de 2 o 3 ninfas, de las cuales una de ellas debe de ir muy plomada.
Es una pesca que se realiza en corto porque, por regla general, los
lances no superan las 2 o 3 veces el largo de la caña. Su efectividad es
impresionante y lo mismo que, como ya hemos dicho antes, cada vez son
más los pescadores que utilizan esta técnica, también tiene muchos
detractores, pues no debemos olvidar que, básicamente, no deja de ser
una pesca a fondo corrido pero con aparejos diferentes a los que se
utilizan en la pesca con cebo natural.
El bajo de línea tiene que estar adaptado a la profundidad en la que
vayamos a pescar y la distancia entre señuelos debe de ser corta (10-12
cm. a lo sumo), recordando que una de las ninfas debe de "nadar" lo más
cerca del fondo posible.
LA PESCA A MOSCA CON COLA DE RATA
La pesca con cola de rata es una técnica que gana adeptos día a día, y no solo para la trucha.
Probablemente, es el sistema que más sensaciones despierta en el
pescador que la practica. A la emoción de ver como la trucha toma
nuestro señuelo en la superficie, se suma el contacto directo con el pez
en nuestra mano a través de la línea.
La esencia de la pesca a mosca seca es la presentación del señuelo. Esto
requiere una gran destreza en el lanzado, un especial sigilo y un buen
conocimiento de la trucha, su comportamiento, el entorno en el que vive y
su hábitos alimentarios. Esto nos permitirá elegir en las diferentes
masas de agua y épocas del año, la mosca más adecuada y el lugar donde
posarla.
La caña es distinta a las utilizadas habitualmente para otros tipos de
pesca. Sus diferencias principales estriban en la empuñadura y la
posición del carrete. La longitud varía entre los 6 y los 9 pies, o lo
que es lo mismo, entre 1,80 mts. y 2,75 mts.
La elección se debe hacer dependiendo del lugar donde se vaya a pescar,
utilizando las más cortas, 6 a 7 pies, en riachuelos, regatos y
gargantas con vegetación y espacios estrechos que no permitan el uso de
cañas más largas, las de 7,5 a 8,5 pies, se utilizarán en ríos con los
suficientes espacios abiertos para realizar lances largos y las de 9
pies que son las más eficaces para embalses y lagos.
A la emoción de ver como la trucha toma nuestro
señuelo en la superficie, se suma el contacto directo con el pez en
nuestra mano a través de la línea.
El grafito, la fibra de vidrio y
el bambú, son los materiales de fabricación. Recomendamos el grafito,
ya que la fibra de vidrio no es un material que nos permita un buen
control de la línea y el bambú está reservado para los expertos y es
caro.
El carrete, especialmente diseñado para la pesca a mosca, es de rodillo
central. Su importancia es relativa, ya que su función se limita a
guardar la línea. Aunque la mayoría incorporan mecanismo de freno y
algunos llevan maneta para la recogida automática de línea, ya sea
mecánica o eléctrica, esto es útil únicamente cuando se trata de la
pesca de especies de gran tamaño, pues, por lo general, basta con la
recogida de la línea a mano para cobrar las truchas clavadas. Antes de
enrollar la línea en el carrete, deberemos rellenarlo con 25 mts. de
backing aproximadamente.
La línea, llamada cola de rata por la forma, en diámetro descendente
desde la zona central hasta la punta, es de un peso relativamente
elevado, para facilitar el lanzamiento a distancia de las moscas. Sus
valores y pesos oscilan según el lugar de pesca y la experiencia del
pescador, y la longitud, entre 25 y 37 mts. dependiendo del fabricante.
La numeración va del 1 al 15, de menor a mayor peso, regulada
internacionalmente por la clasificación AFTMA.(Asociación de Fabricantes
de Equipos de Pesca de América).
Recomendamos para los principiantes una línea de 6, es lo
suficientemente pesada para controlar el lanzado y la posada de la mosca
no es excesivamente brusca, aunque, a medida que se vaya dominando la
técnica, deberemos reducir el número. Las colas de rata del número 4 y 5
son las más usuales cuando ya se tiene experiencia (he visto maestros
manejar una línea del 2 y lograr lanzamientos de más de 15 mts. para
después posar la mosca en el lugar deseado).
Existen, además, líneas con diferentes tipos de ahusado:
-"Doble huso"(Double Taper - DT -), es la más utilizada y la que más
facilmente encontraremos en los establecimientos de pesca. Tiene una
sección central homogenea y se va afinando hacia los dos extremos, con
la ventaja de que puede usarse cualquiera en caso de rotura de uno de
ellos. Lanzamientos de 10-15 mts.
-"Doble huso descentrado"(Weight Forward - WF -), igual que la anterior
pero con la particularidad de que la masa principal se concentra en los
10,7 mts. iniciales. El resto de la línea es más fina y homogenea para
facilitar su deslizamiento por las anillas. Lanzamientos de 15-20 mts.
-"Cabeza lanzadora"(Shooting Taper - ST -), con una sola sección que se
va afinando, siendo ésta la que se ataría al backing y la zona más
gruesa es la que actua de peso para lanzamientos superiores a 20-25 mts.
Son utilizadas en embalses y en mar abierto.
También deberemos elegir si la queremos flotante o sumergible, que a su vez varía en función de la velocidad de hundimiento.
Debemos comprar la cola de rata adecuada a la caña correspondiente. En
todas las cañas indica la tolerancia de líneas, que viene grabada en las
mismas. Ejem.: AFTMA 4/5 ó #4/5.
El backing es la línea de relleno, que nos facilita la salida del
carrete de la cola de rata y sirve como adicional en caso de tener que
soltar línea a un pez de gran tamaño. Suele ser de dacrón, aunque sirve
también un monofilamente de 50-60 centésimas de diámetro.
Lo más complicado de la pesca con cola de rata es el lanzado. Lo mejor
es practicar mucho, a ser posible en aguas quietas. Para comenzar,
extenderemos 4 o 5 mts. de línea en el agua, por delante de nosotros.
Con la caña en un ángulo de 90° con nuestro cuerpo y sujetando la cola
de rata con una mano, la levantaremos rápidamente, pero sin
brusquedades, hasta tenerla en un ángulo aproximado de 15-20° a nuestra
espalda. Se hará una pequeña pausa para permitir que la línea se
extienda totalmente por detras de nosotros y entonces realizaremos el
movimiento contrario, hacia adelante para dejar la caña en la posición
inicial de 90°.
Esta práctica debemos realizarla hasta que dominemos la cola de rata y
controlemos una
posada natural de la mosca. A medida que vayamos mejorando en el
lanzamiento, la práctica ha de realizarse cada vez con más línea fuera
del carrete.
En cuanto a la recogida de línea, debemos hacerla de forma suave, sin
movimientos bruscos. Recordemos que se trata de engañar a un pez muy
astuto haciéndole creer que nuestro señuelo es un insecto natural.
Damos por supuesto que estos son unos conceptos muy básicos y que
tendremos que buscar la técnica que más se adapte a cada uno de
nosotros, todas tienen las mismas bases pero ningún pescador lanza igual
que otro. En los dibujos aquí expuestos indicamos una técnica para
conseguir grandes y precisos lances.
Existen dos tipos de bajo de línea: El terminal en disminución sin nudos
y el terminal en disminución con nudos, con longitudes variables entre 2
mts. y 4,50 mts. Visitad nuestra sección de "Bajos para mosca" donde
podreis consultar información más detallada sobre el uso y construcción
de los mismos.
Las moscas a utilizar dependerán de la época del año y del sitio donde
pesquemos. Dada la enorme variedad de moscas que existen, os aconsejamos
que visiteis nuestra sección "Moscas" y encontrareis una amplia gama de
insectos, donde y cuando funcionan.
1) 2) 3)
4) 5)
4) 5)
1) En un ángulo de 85-90° con nuestro cuerpo, extendemos 4-5 mts. de
línea y dejamos otros 3 ó 4 mts. que sujetaremos con la mano libre.
2) Levantamos la caña con un movimiento enérgico y, con la mano libre,
damos un tirón de la línea hacia abajo, de 30-40 cm. Con esto
imprimiremos velocidad a la cola de rata.
3) Cuando la caña está en un ángulo de 15-20° con nuestra espalda,
dejaremos que la línea se extienda totalmente por detrás de nosotros, a
la vez que, con la mano libre, soltamos el tramo de 30-40 cm. recogido
anteriormente.
4) Iniciamos el movimiento de lanzado dando otro tirón hacia delante
cuando la cola de rata está totalmente extendida y realizando el mismo
movimiento con la mano libre que en el paso 2).
5) A la vez que la caña alcanza la posición inicial de 85-90°, soltamos
totalmente la línea dejando que los 3-4 mts. de reserva se deslicen por
entre las anillas y la mosca se posará suave y naturalmente en el agua.
LA PESCA A FONDO CORRIDO
Es una técnica de cebo natural muy utilizada en nuestros ríos, sobre
todo en aquellos que son anchos y caudalosos, principalmente en aguas
rápidas, aunque también es válida para corrientes tranquilas.
Tal vez sea la modalidad más fructífera con aguas tomadas.
Consiste en desplazar el cebo de manera natural a lo largo del lecho del
río. Obviamente, son preferibles los fondos de grava y con poca
vegetación, pues de lo contrario, o conocemos perfectamente dichos
fondos para evitar los obstáculos que en ellos se puedan encontrar, o
tendremos que optar por otra técnica de pesca.
El cebo más utilizado para esta pesca es la lombriz de tierra, si bien,
funciona correctamente con gusarapa, saltamontes y otros insectos que
podamos encontrar en las riberas.
Utilizaremos cañas largas, de 4-5 mts. y de acción media en la punta,
que nos permita detectar las picadas suaves y manejar con habilidad la
línea; manteniendola lo suficientemente tensa. Con estas cañas no será
necesario entrar en el río, con lo que evitaremos la espantada de alguna
que otra trucha.
El carrete, de tambor abierto para facilitar la salida de la línea, y
con capacidad para 200-250 mts. de sedal, pues en ocasiones el cebo
tendrá que recorrer distancias largas para conseguir picadas.
Tendremos que llevar en nuestra caja, plomadas de diferentes pesos, para
adecuar el plomado a las diferentes pozas y corrientes que podemos
encontrar. Es la clave, deberemos experimentar para que el cebo se
desplace a unos centímetros del fondo y no a excesiva velocidad. En
ocasiones, deberemos utilizar plomos de hasta 20 g.
Instalaremos un bajo de línea de un grosor (0,16-0,20 centésimas)
inferior a la principal (0,22-0,25 centésimas) y de unos 30-40 cm. El
plomo (o plomos) deberá insertarse por encima de la unión de los
sedales. El anzuelo de un tamaño entre 12 y 8.
Los lanzamientos se realizarán unos metros aguas arriba de donde creamos
que está la trucha, suficiente para que el cebo baje al fondo y pase de
una forma natural por los cazaderos o zonas de alimentación, con la
punta de la caña levantada y el pick-up abierto, manteniendo la línea
tensa y controlando su salida del carrete.
Puede resultar complicado distinguir entre una picada y una parada del
plomo en un obstáculo. Al principio, una buena opción es tirar ante toda
indicación de una posible picada y, con el tiempo, aprenderemos a
interpretarlas. Es importante tensar bien la línea en el momento del
tirón puesto que las truchas intentarán esconderse en sus refugios en el
momento de sentir la clavada. Así evitaremos enredos con las piedras
del fondo y con las raices, con la consiguiente pérdida del aparejo y de
la captura.
Es importante la revisión frecuente del bajo de línea y del anzuelo que
pueden dañarse debido a las continuas rozaduras que sufren.
LA PESCA A LA PASADA CON FLOTADOR
Para la pesca con flotador simplemente diremos que podemos utilizar el
mismo equipo que para la pesca a fondo corrido, con la variante de que
se utilizará un flotador de varilla, que es el mas efectivo para esta
técnica.
Importante es una buena distribución del plomado, con una distancia de
15 cm. aprox. entre plomo y plomo y a 20 cm. del anzuelo, adecuando el
peso total de los perdigones a la tolerancia del flotador.
Los cebos serán todos los naturales permitidos.
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